Contra lo que España deseaba, los socios de la Unión no van a retirar de momento la Posición Común hacia Cuba. La clave reside en la nueva política exterior europea, que inaugura la era en que ningún país europeo ostentará el monopolio de la interlocución con sus ex colonias del que gozaban de facto, por ejemplo, Francia hacia el África francófona, Inglaterra hacia los EEUU y la Commonwealth, y España hacia América Latina.