Los efectos beneficiosos de la fibra dietética o alimentaria en la dieta están en dependencia de su solubilidad en agua. A la llamada fibra soluble: pectinas, gomas y mucílagos se le atribuyen efectos positivos sobre la digestión. Su solubilidad facilita la formación de un gel viscoso en el estómago que retrasa la absorción de grasas, hidratos de carbono y sales biliares y que prolonga además, la sensación de saciedad. Al fermentarse la fibra soluble en el intestino, promueve el correcto funcionamiento de las bacterias del colon que forman parte de la flora intestinal, regenera la mucosa que cubre las paredes del intestino, aumenta el volumen de la masa fecal y facilita la evacuación. Se reconoce además que los mucílagos, en particular, poseen una ligera acción laxante y que son útiles en el tratamiento del sobrepeso, la hiperglicemia, la hiperlipidemia y el estreñimiento.