Una investigación reciente, realizada con chimpancés y bonobos, confirma la hipótesis mantenida estos expertos de que en las gesticulaciones manuales de los primates bien pudo estar el origen del lenguaje simbólico en nuestros antepasados: comenzamos por la comunicación no verbal como paso previo a la palabra oral. Mover el brazo hacia adelante con la palma de la mano hacia arriba es un gesto habitual para pedir algo o reclamar ayuda. Las señales de la cara y las auditivas serán las que nos den más pistas sobre qué se nos solicita. Esta situación, habitual entre los seres humanos, es común también entre nuestros parientes simios más cercanos. En este trabajo, realizado en el Centro de Primatología de Yerkes, los autores trabajaron con dos grupos de chimpancés cautivos y otros dos de bonobos. Se trataba de identificar las señales y gestos que hacían en determinados contextos y por comportamientos. Finalmente identificaron 18 señales faciales o vocales y 31 gestos manuales.
