Nuestra propuesta consiste en señalar que la diferencia fundamental entre la cognición humana y la de otras especies, es la capacidad cognitiva de participar con otros en actividades de colaboración, con intenciones y objetivos compartidos. Para participar en semejantes actividades no sólo se requieren formas especialmente potentes de interpretación y aprendizaje cultural, sino que también se precisa una motivación específica para compartir con otros seres humanos estados psicológicos y formas exclusivas de conocimiento y evolución cultural, que son las que hacen posible todo lo demás, desde la creación y el uso de símbolos lingüísticos, hasta la elaboración de normas sociales y creencias individuales para el establecimiento de instituciones sociales.