Cada 15 segundos se extrae del subsuelo una cantidad de petróleo con que se podría llenar una piscina olímpica. Este combustible, junto con el gas y el carbón, constituye, desde hace 200 años, el centro del panorama energético mundial. ¿Cómo es posible que la economía global se haya alimentado durante tanto tiempo de una energía fósil bruta y finita? Daniel Gómez, presidente de la Asociación para el Estudio de los Recursos Energéticos y coeditor del portal web crisisenergetica.org, cree que se requiere un cambio de 180 grados que implique la sustitución de estos combustibles por fuentes energéticas renovables y una revolución del paradigma actual de consumo.
