Envejecimiento y telomerasa (Maria Blasco)

2010-02-03 5

Al estimular los genes p53 y p16, dormidos en la mitad de los tumores humanos, los investigadores han conseguido eliminar el riesgo de cáncer, uno de los peligrosos efectos nocivos de la enzima de la inmortalidad. La telomerasa permite a una célula normal dividirse indefinidamente, pero al precio de convertirse, probablemente, en tumoral. Al activar los genes anticancerosos, este problema desaparece y sólo quedan el aspecto positivo: la perennidad. El elixir de la eterna juventud ya no es utópico. Las aplicaciones de este descubrimiento para el ser humano, si se confirma que las conclusiones en ratones son extrapolables al hombre, no llegarán hasta dentro de 20 años, comenzando por los pacientes con envejecimiento prematuro. De hecho, algunas empresas de Estados Unidos ya están probando activadores de la telomerasa en personas con los telómeros más cortos de lo normal, como los enfermos de sida..