El chi: ¿Poder sobrenatural?

2009-07-29 8

Hace miles de años, los maestros taoístas descubrieron los centros de Chi (energía) del cuerpo, mediante la observación interior. Para ello había que apartar el cuerpo de los estímulos externos y meditar, para que, de este modo, se activasen los sentidos internos. Mediante procesos de relajación mental y física y utilizando sus sentidos interiores, los maestros descubrieron que algunas partes del cuerpo tienen más Chi que otras. Sirven como puntos de acumulación de nutrientes para unos órganos y glándulas concretos. Estos centros pueden recibir el Chi de fuentes externas, como la fuerza electromagnética, la vibración de la tierra, la luz y la frecuencia o sonido de la luna, el sol y las estrellas. A este alimento se añade la Fuerza Universal, bajo la forma de la luz roja y violeta del amor incondicional.
Los maestros descubrieron que estos centros se conectan para formar un circuito al que llamaron Órbita Microcósmica. For entonces, no tenían el conocimiento que tenemos nosotros de la electricidad y, apesar de todo, fueron capaces de acceder al flujo de energía electromagnética del cuerpo (CHI).
Los maestros aprendieron a utilizar la mente y el ojo interior para guiar el Chi por este circuito. Lo utilizaban para curarse ellos mismos estableciendo así la base de un trabajo espiritual. Según iban desarrollando sus sentidos internos para distinguir y catalogar el Chi dependiendo de sus diversas fuentes (el sol, la luna, las estrellas, etc.), aprendieron a absorber más Chi de cada una de estas fuentes para pasarlo a su cuerpo.