La intolerancia a la lactosa se produce por ausencia o deficiencia del nivel de actividad lactasa intestinal. Es el conjunto de síntomas intestinales que sigue a la ingestión de lactasa. La intolerancia a la lactosa puede existir desde la infancia o puede aparecer a cualquier edad después de una infección o por otras causas.
La prevalencia es mayor en la raza negra luego en los asiáticos y los menos afectados son los sudamericanos.
Puede ser: congénita, adquirida (a cualquier edad). Puede aparecer la intolerancia a la lactosa tras una enfermedad de tipo infeccioso.
parcial
total
Si la lactosa llega al colon porque no se ha digerido antes, entonces, actúa la flora intestinal y se forma ácido láctico y CO2. Estas dos sustancias irritan la flora intestinal provocando la entrada de agua e hiperperistaltismo (excesivo movimiento) intestinal. Se llega rápidamente (a las 2 ó 4 horas después de la ingesta) a una diarrea ácida y explosiva.
Cursa con:
dolor abdominal, calambres abdominales
diarreas ácidas con expulsión de gases
flatulencia
Solamente es grave en la primera infancia.
La intolerancia a la lactosa parcial es dosis-dependiente. La lactasa (enzima que "digiere" la lactosa) se va generando a lo largo del día por lo tanto se puede tomar la misma cantidad pero en pequeñas cantidades.
La intolerancia a la lactosa total no tolera cantidades insignificantes de lactosa. Una loncha de embutido con una mínima cantidad de este azúcar lácteo desencadena la reacción intestinal.
La intolerancia a la lactosa no causa lesiones ocultas