El emperador de Japón, Naruhito, ha expresado su deseo de un mundo en paz en el día de su 65º cumpleaños, en un año marcado por el 80 aniversario del bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki.
Durante una rueda de prensa celebrada en el Palacio Imperial el jueves, el monarca recordó a las numerosas víctimas de estos ataques y de la batalla terrestre en Okinawa. Subrayó la importancia de transmitir las lecciones del pasado y alentó a las nuevas generaciones a aprender sobre la guerra.
"Creo que es fundamental fortalecer nuestro amor por la paz, profundizando en el conocimiento del pasado y sin olvidar a quienes perdieron la vida ni a aquellos que sufrieron dificultades y tristeza", declaró el emperador.
En un contexto global de conflictos y crisis, Naruhito destacó la necesidad de mayor cooperación internacional para construir un mundo pacífico y fomentar una sociedad que respete la diversidad de valores.
Japón conmemorará el próximo 15 de agosto el 80 aniversario de su rendición en la Segunda Guerra Mundial. En este marco, el emperador y la emperatriz Masako han participado en diversas actividades oficiales, incluida una visita de Estado al Reino Unido y recorridos por varias regiones japonesas. Entre ellas, la península de Noto, afectada por un devastador terremoto el pasado Año Nuevo, que dejó cerca de 500 víctimas mortales.
Naruhito expresó su solidaridad con los damnificados y su esperanza de que puedan recuperar la estabilidad lo antes posible. "Deseo una sociedad solidaria en la que pensemos en los sentimientos, situaciones y posiciones de los demás y seamos considerados con quienes tienen opiniones diferentes", afirmó.
En su discurso, el emperador también habló sobre su hija, la princesa Aiko, quien actualmente trabaja en la Sociedad de la Cruz Roja Japonesa. Expresó su satisfacción por verla prosperar en su labor y manifestó su deseo de que continúe ampliando sus horizontes con nuevas experiencias.
Además, destacó los logros de los deportistas japoneses en el último año, incluyendo las actuaciones en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París y el éxito del beisbolista Shohei Ohtani, quien recibió su tercer premio al Jugador Más Valioso (MVP).
