Gonzalo López, el único detenido en el caso del asesinato de Paloma y Josué, dos adolescentes de Florencio Varela, se ha negado a declarar. López fue extraditado desde Río Negro para la investigación. Se le vincula al caso debido a que posee un teléfono cuyo código IMEI coincide con el del móvil de Josué, uno de los jóvenes asesinados. A pesar de las especulaciones sobre una posible clonación o robo del teléfono, López no ha proporcionado ninguna explicación ante la fiscalía.