La dana en la provincia de Valencia causó 224 víctimas mortales y tres desaparecidos. La magnitud de la tragedia no se entendería sin el desbordamiento del barranco del Poyo, sobre el que, según denunció la Generalitat Valenciana, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no alertó a tiempo.
El presidente de la CHJ, Miguel Polo, reconoció este apagón informativo durante una reunión del organismo el 19 de diciembre de 2024, en la que el secretario autonómico de Medio Ambiente, Raúl Mérida, le preguntó al respecto. "Lo que no se transmitió en ese tiempo es información de la rambla del Poyo", admitió Polo.
El primer correo de la CHJ alertando a Emergencias de la Generalitat sobre la crecida del Poyo no llegó hasta las 18:43 horas del 29 de octubre, cuando el caudal ya había alcanzado los 1.686 metros cúbicos por segundo. En la comunicación se advertía: "Para su conocimiento, la crecida está siendo muy rápida".
Antes de ese aviso, la CHJ solo había enviado otro correo a las 16:13 horas, pero para informar del descenso del caudal. Entre las 16:13 y las 18:43 horas, el organismo estatal no emitió ninguna alerta adicional, a pesar del aumento del caudal.