José Manuel Albares está afiliado al Partido Socialista desde que estudiaba en la Universidad, ya antes de su acceso a la carrera diplomática. El carnet del PSOE es algo que le enorgullece y lleva a gala. Su amistad con Pedro Sánchez data de años, y la lealtad, también. Y esa fidelidad se está trasladando con intensidad a la política exterior. En un momento en que el Gobierno ha iniciado una ofensiva de polarización y adhesión férrea, desde la justicia a la actividad parlamentaria, Albares está aplicando en la diplomacia los dogmas del gobierno, lo que también le está permitiendo ganar peso político dentro del Ejecutivo.