Un sargento de la Policía Federal es el principal acusado. Los vecinos del edificio dicen que escucharon una discusión y al ir a ver que estaba ocurriendo vieron a una mujer de 70 años de edad muerta en el piso con una importante mancha de sangre.
Los vecinos corrieron al asesino y lo lograron detener: allí descubrieron que era el sobrino de la víctima.