En un giro digno de una coreografía financiera, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha puesto música a la decisión del Banco Sabadell de volver a pisar suelo catalán. Con la gracia de un bailarín experimentado, Cuerpo ha descrito el movimiento como "un proceso lógico" que "tiene mucho sentido", dejando claro que el Gobierno observa este paso de baile con un respetuoso aplauso desde el palco.
El ministro, lejos de quedarse en la superficie del parqué bursátil, ha profundizado en la melodía de fondo de esta decisión empresarial. Con la sutileza de un director de orquesta, ha señalado que este cambio de compás forma parte de una sinfonía más amplia: "el proceso de normalización en Cataluña". Cuerpo no ha dudado en atribuir este movimiento coreográfico a la desaparición de "las condiciones que dieron lugar a la salida en 2017", como si se tratara del final de una pieza musical que ha durado siete largos años.
En este ballet financiero, el Gobierno parece adoptar el papel de un espectador entusiasta pero discreto. Cuerpo ha querido "trasladar un mensaje de respeto" hacia esta pirueta empresarial, reconociendo la autonomía de los danzantes del mundo corporativo.
Así, mientras el Banco Sabadell ensaya sus nuevos pasos en territorio catalán, el Gobierno observa desde bambalinas, aplaudiendo una actuación que promete ser el preludio de una nueva era en la danza entre política y economía.