Elon Musk ha acabado en el centro de la polémica por realizar en dos ocasiones lo que parecía a todos los efectos un "saludo romano".
Musk hizo el gesto en la ceremonia de investidura de Trump como 47º presidente de Estados Unidos.
En ella, extendió el brazo y la mano derechas en ángulo hacia arriba.
Este gesto se hizo característico durante un oscuro periodo de la historia, cuando algunas de las dictaduras más terribles de la historia lo adoptaron como forma de saludo.
El gesto se denomina "saludo romano", pero tiene poco de romano; fue reinterpretado y utilizado por los régimes fascistas del siglo XX para evocar de nuevo el Imperio Romano.
Sin embargo, según las reconstrucciones de los historiadores, los romanos no se saludaban así, y el legado histórico-literario desde la Antigua Roma hasta el fascismo carece de referencias a este tipo de saludo
El mito se debe a la obra de Jacques-Louis David de 1784 "El juramento de los Horacios" en la que los protagonistas, con los brazos extendidos, prestan el juramento.