La población, en medio de la desesperación, se moviliza para proteger lo que les queda. Muchos se ven obligados a evacuar rápidamente, llevando consigo solo lo más esencial. Otros se quedan atrás, armados con mangueras y cubos de agua, intentando contener el avance del fuego mientras observan con horror cómo las llamas devoran todo a su paso. Las escenas son desgarradoras: familias luchando contra el tiempo para salvar recuerdos preciados y pertenencias irremplazables, mientras el humo denso y el calor abrasador complican sus esfuerzos.teleSUR
