Esto, a pesar de ser un paso adelante en la limpieza de la imagen del país ante la comunidad internacional, mancillada anteriormente por EE. UU., no es garantía de eliminaciones de los bloqueos y medidas coercitivas. Además, existe una incertidumbre con la llegada de Trump al poder, que podría eliminar esta mejora en las relaciones de ambos países, con la toma de posesión. teleSUR