Resignados a que no habrá marcha atrás en el impuesto a cruceristas que cobrará el gobierno de México, los secretarios de Turismo de los once estados del PacÃfico mexicano reunidos aquÃ, solo piden que esos recursos sean bien utilizados en obras de infraestructura en los puertos y en acciones de promoción turÃstica que incentiven la llegada de más turistas navieros.
El impuesto, incluido en la Ley Federal de Derechos, asciende a 42 dólares (820 pesos) fue suspendido durante seis meses, pero estarÃa entrando en vigor a partir de julio, a pesar de la oposición del sector naviero nacional que observa con preocupación que ese gravamen podrÃa desincentivar a las navieras a seguir enviando cruceros a puertos mexicanos.