La Fiscalía de Francia ha iniciado una investigación por "heridas involuntarias" tras la colisión de dos tranvías en las inmediaciones de la estación central de Estrasburgo, que se ha saldado con decenas de heridos, aunque ninguno de ellos de gravedad.
El fiscal Alexandre Chevrier ha descartado que el accidente fuera un acto intencionado y, aunque no se han precisado las causas del siniestro, se continúa trabajando para esclarecer lo ocurrido.
El accidente ha movilizado a 150 bomberos y decenas de vehículos de emergencia en Estrasburgo, una ciudad que destaca por su proximidad con Alemania y por albergar importantes instituciones europeas como el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
"Podría haber sido mucho más grave", ha señalado René Cellier, director del servicio de incendios y socorro del Bajo Rin, quien ha confirmado que no hay víctimas mortales ni heridos graves entre los afectados. Además de los heridos, otras 100 personas se vieron implicadas en el incidente, aunque no necesitaron asistencia médica urgente.
La alcaldesa de Estrasburgo, Jeanne Barseghian, ha pedido prudencia mientras se investigan las circunstancias del accidente. Según Barseghian, uno de los tranvías implicados habría realizado una maniobra de marcha atrás por razones aún desconocidas.
"Ha habido mucha solidaridad entre los heridos, especialmente porque había niños a bordo del tranvía", ha destacado la regidora ecologista, quien también ha detallado que muchos de los pasajeros sufrieron "dolores cervicales" y "estado de choque".
Los servicios de emergencia han informado de lesiones como fracturas de clavícula y esguinces de rodilla entre los afectados, mientras continúan las labores para esclarecer el motivo de la colisión.