La noche del miércoles se halló el cuerpo de una ballena jorobada de 9 metros en una playa de Mazatlán, Sinaloa. Presentaba redes de pesca enredadas en su cuerpo, que fueron retiradas por habitantes antes de la llegada de las autoridades.
La Profepa informó que no se pudieron tomar muestras por falta de equipo especializado. Este triste suceso refuerza la preocupación por el impacto de las redes de pesca en especies protegidas.