Son ya muchos los días en que amanecemos con algo aún más escabroso que el día anterior. Y no pasa nada, empezamos a estar anestesiados y pareciera incluso que la estrategia de Pedro Sánchez ya va por ahí. Es todo tan grueso que nos hemos hecho impermeables.
La última es la del fiscal general Álvaro García Ortiz, cuando se conoce que la UCO no encuentra ningún mensaje de WhatsApp en relación a la filtración de los datos de la pareja de Ayuso. ¡Fueron todos borrados! La vergüenza es de tal tamaño que sonroja al más pintado.
El imputado fiscal general no solo no puede demostrar con estos mensajes la ausencia de culpa en su caso, sino que refuerza la hipótesis de que está pringado hasta la médula. La Fiscalía dice en su defensa que este borrado que hacen los propios usuarios es por protección de datos y cuestiones de seguridad. Ahora ya ustedes creen a quien quieran.
En 'La Retaguardia' de 20 de diciembre lo analizamos todo de la mano de Vicente Gil y Milagros Marcos.
