Las cosas suelen ser lo que parecen.
Supongo que les suena eso de que si camina patoso, grazna como un pato y tiene plumas y pico de pato, es un pato.
Pues lo mismo con Begoña, el hermano de Sánchez, Koldo, Ábalos y resto de la cuadrilla.
Si usaban recursos públicos para sus negocios privados, gozaban de privilegios ministeriales y se lo llevaban crudo a la sombra del poder, es que son una panda de maleantes.
Begoña Gómez, elevada a la condición de directora de cátedra sin tener titulación alguna, aprovechó su condición de mujer del presidente del Gobierno para medrar y labrarse una carrera profesional con favores a empresas, que luego se los devolvían de diversas maneras.
A su tercera peregrinación a los juzgados, recuperó el habla, y aunque sólo contestó a las preguntas de su abogado, nos ha dejado algunas perlas.
Dice la Steve Jobs española que se limitaba a seguir las instrucciones de quienes mandaban en la Complutense y que no sabía bien lo que hacía.
Se acuerdan de esos que para justificar ignorancia supina dicen algo tan cateto de ‘yo soy de Letras’, pues lo mismo esta paisana, aunque ella matiza: ”Yo soy de marketing, no sé de jurídico".
Sigue Begoña los consejos de su abogado, antiguo ministro del Interior de Zapatero, quien completó la cuchufleta afirmando a la salida que a su clienta no la hicieron catedrática y que sólo dirigía una cátedra.
Así como el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, la burrez no exonera de rendir cuentas.
Ábalos consiguió hasta que le pagasen a su amante la renta del apartamento y de Koldo, que ahora con cara de luto hace tourné por los platós de televisión, que quieren que les cuente.
Reseñar quizá que este antiguo portero de puticlub, a quien Sánchez describía con lindezas como “inagotable aizkolari contra las injusticias o “referente político en la lucha contra los efectos de la crisis y las políticas de la derecha”, participaba en la asignación de contratos públicos, tenía libre acceso al ‘sanctasanctórum' de los ministerios y hasta estuvo en Barajas, dando órdenes a la policía y a los de aduanas, cuando aterrizó allí el avión de la chavista Delcy con 40 maletas y lingotes de oro,
En el caso de David Azagra, el hermano músico de Sánchez, da la impresión de que es un enchufado que se llevaba un sueldo por la cara y que encima falseaba su domicilio en Portugal para ahorrarse unos euros con Hacienda.
Ábalos, que se las prometía muy felices tras cerrar un pacto de ayuda mutua con Sanchez, se ha encontrado de sopetón con que el Tribunal Supremo pide el suplicatorio para procesarlo, lo que significa que los jueces no se creen sus cuentos y con los informas de la UCO en una mano y las revelaciones de Aldama en la otra, lo van a pasar por la trituradora.
Esto no se queda así, esto se hincha.
Y según los gurús del PP, elecciones a mediados de 2025.