Mientras la industria tealera exportadora enfrenta un contexto de incertidumbre por el atraso cambiario y la competencia de países que producen con menores costos, el mercado del té gourmet sigue creciendo y se consolida como una alternativa que ofrece buena rentabilidad a pequeños productores.
Es un segmento compuesto principalmente por empresarios o emprendedores que hacer una producción muy cuidada, sin uso de agroquímicos y en pequeñas extensiones. Hacen cosecha manual o mecanizada muy selectiva, elaboran siguiendo métodos tradicionales y envasan su producto en hebras sueltas y algunas están utilizando saquitos piramidales.
Elaboran variedades tradicionales como té verde, té rojo, té blanco, oolong que se pueden presentar puras o integradas en blends que pueden incluir frutas, flores, especias o hierbas y las venden a casas de té y tiendas de delicatessen ubicadas dentro del país.
Una de las exponentes de este segmento es la empresa Akasha Tea, la primera en utilizar saquitos piramidales en Misiones. El alma mater de ese proyecto, Adriana Yañez, destacó que este año consiguieron crecer a pesar de un contexto económico nacional poco alentador y consolidaron su presencia en distintos puntos del país.
MM