El legado de George Gershwin cobró vida en una noche mágica que combinó el esplendor del jazz con el rigor de la música clásica. Bajo el título “Gershwin, la vida en azul”, el espectáculo multidisciplinario ofreció a los tapatíos una velada este martes en la Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander. Fue un viaje a través del tiempo, un homenaje a los años 20 y 30, donde la batuta de Alondra de la Parra tejió una atmósfera envolvente con la Orquesta Filarmónica de las Américas y un elenco internacional de artistas.