La frecuencia ideal para lavarse el pelo varía de una persona a otra, en función de factores como el tipo de cabello, la grasa, la rutina y los tratamientos químicos.
El champú elimina la suciedad, el sudor y el exceso de grasa del cuero cabelludo, pero puede resecarlo o irritarlo si se usa en exceso.
El champú diario es recomendable para quienes tienen el cuero cabelludo graso, el pelo fino o utilizan productos que se acumulan en el cabello.
Sin embargo, los cabellos rizados, encrespados o tratados químicamente pueden beneficiarse de lavados menos frecuentes para evitar la sequedad y la rotura.
Según los expertos, evitar el agua caliente, elegir champús suaves y alternar el lavado con aclarados sencillos puede ayudar a mantener la salud del cabello.
Para quienes hacen ejercicio con regularidad, es importante eliminar el sudor y la sal para evitar irritaciones y foliculitis, con o sin champú.
La edad también influye en la necesidad de usar champú, ya que la producción de sebo disminuye a partir de los 70 años.
Si el cuero cabelludo no muestra signos de irritación o sequedad, lavarlo a diario puede no ser perjudicial.
Lo importante es ajustar la rutina a las necesidades individuales, priorizando siempre la salud del cabello y del cuero cabelludo.