En un sorprendente giro de eventos, el régimen de los Al-Asad en Siria ha sido derrocado tras medio siglo en el poder. La revuelta, que se originó en Alepo y contó con el apoyo de Turquía, Estados Unidos e Israel, culminó con la caída del gobierno sirio en tan solo 15 días. Este levantamiento también desafía la influencia de Irán en la región, marcando un nuevo capítulo en la historia del Medio Oriente.