Decenas de miles de libaneses desplazados por los enfrentamientos entre Hezbolá e Israel emprendieron el miércoles el retorno a sus casas, gracias a un alto el fuego instaurado tras dos meses de guerra abierta. La tregua, en vigor desde las 4 de la madrugada, interrumpe un conflicto que dejó más de tres mil muertos y 900 mil desplazados en el Líbano, además de decenas de miles de evacuados en el norte de Israel. En un comunicado Hezbolá proclamó su "victoria" ante una Israel que "no pudo socavar su determinación ni doblegar su voluntad".