Esta historia del fiscal general del Estado sí es para no dormir. Y no pinta nada bien, desde luego, para su persona.
Álvaro García Ortiz, según la UCO, maniobró con una "participación preeminente" en la "filtración" del pacto del novio de Isabel Díaz Ayuso. Ver para creer. Una figura de la democracia como la del fiscal general en este tipo de cuestiones. Es deleznable.
Pero la cosa se pone incluso más graciosa cuando el "cianuro" entra en juego en el cruce de correos electrónicos que está en poder de la UCO