El intestino, a menudo llamado el «segundo cerebro», es un órgano fundamental para el bienestar del cuerpo humano.
Los cinco alimentos esenciales para el buen funcionamiento del intestino, que ayudan a preservar la microbiota intestinal y a mejorar la salud general, son:
Frutas y verduras
Son ricas en fibra y antioxidantes, esenciales para la salud intestinal. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos 400 gramos (o cinco raciones) al día.
Algunos ejemplos son los guisantes (9 gramos de fibra por taza), el brécol cocido (5 gramos de fibra por taza) y las manzanas sin pelar (4,5 gramos de fibra por unidad).
Cereales integrales
Alimentos como la avena, el arroz integral, la cebada y el trigo burgol son ricos en fibra soluble, que alimenta las bacterias beneficiosas del intestino.
Una taza de avena cocida, por ejemplo, aporta unos 5 gramos de fibra.
Legumbres
Las alubias, las lentejas y los garbanzos son excelentes para el intestino, ya que son ricos en fibra y proteínas vegetales.
Es importante ponerlas en remojo 12 horas antes de cocinarlas para mejorar su digestibilidad. La recomendación es consumir entre 60 y 80 gramos al día.
Semillas
Semillas como las de lino, chía, sésamo y amapola son ricas en ácidos grasos y fibra.
Se pueden añadir a preparaciones dulces o saladas, y la recomendación es consumir de una a dos cucharaditas al día, preferiblemente después de remojarlas para aprovechar al máximo sus nutrientes.
Yogur y alimentos fermentados
Alimentos como el yogur, el chucrut, la kombucha y el kimchi son fuentes naturales de probióticos, que son bacterias beneficiosas para el intestino.
El consumo regular de estos alimentos puede ayudar a equilibrar la microbiota intestinal.