Este viernes por la madrugada efectivos policiales hallaron el cuerpo de Sofía Delgado, la joven de 20 años que buscaban desesperadamente en San Lorenzo, Santa Fe, desde el 30 de octubre.
Después de días de búsqueda y de interminable angustia para su familia y sus amigos, la investigación arrojó pistas perturbadoras sobre las horas finales de la joven. A partir de los testimonios y las pruebas forenses, se intenta reconstruir el recorrido de Sofía antes de que desapareciera sin dejar rastro.
Según contó Anabela Tramontini, periodista del Pregón de San Lorenzo, a A24, La noche de su desaparición la joven había pedido un servicio de delivery a su casa. Después de recibir su pedido, decidió salir a un quiosco ubicado a solo tres cuadras. Según explicaron allegados a la investigación, Sofía quería comprar algo dulce. Sin embargo, nunca llegó. Los empleados del lugar declararon que no se presentó en ningún momento: algo le había ocurrido en el trayecto.
Las cámaras de seguridad en la zona captaron un dato crucial en el caso: un Peugeot 308 iba por la zona, el mismo vehículo que pertenecería a Alejandro, un hombre conocido en la zona y cuyo nombre estaba vinculado a Eduardo M., apodado “Pata”. Las autoridades creen que la joven abordó el vehículo en algún punto del trayecto hacia el quiosco y, desde ese momento, su rastro se perdió para siempre.
El vínculo entre Alejandro y Eduardo M. parece estar envuelto en una relación marcada por el consumo de estupefacientes y una serie de encuentros clandestinos que incluían fiestas privadas en el taller de San Sebastián, donde .
Según versiones de vecinos, estas reuniones se caracterizaban por un ambiente de descontrol y excesos, en el que el consumo de drogas . Aunque aún no se ha confirmado la presencia de Sofía en estos eventos, la conexión entre el vehículo en el que fue vista y las actividades en el taller han abierto una hipótesis sombría en la investigación.
Las autoridades han comenzado a indagar más a fondo sobre las actividades de Alejandro y Eduardo M. en el taller. Entre los elementos incautados en los allanamientos, además de sustancias ilícitas, también se encontraron juguetes sexuales, una circunstancia que ha reforzado la teoría de que las fiestas en el taller podrían haber cruzado la línea de lo consensuado.
