Hoy vamos de hipocresía, incongruencias e injusticia.
Que en España se aplica una doble vara de medir, por la cual se le consiente absolutamente todo a la izquierda, mientras que la derecha debe hacerse perdonar hasta su existencia, es tan evidente que no merece la pena perder mucho tiempo explicándolo.
¿Han visto ustedes algún comunicado de la Asociación de la Prensa o de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España denunciando la violencia física y las amenazas de muerte contra nuestro reportero Bertrand Ndongo, durante la manifestación progre del pasado fin de semana en Valencia?
Me refiero a esa misma APM y a esa FAPE que hace nada salieron histéricas a la palestra, para amparar a los plumillas del muy rojo diario.es y a la sanchista Esther Palomera, condenando a Miguel Angel Rodriguez por remitirles un WhatsApp en el que les decía: “Vais a tener que cerrar. Idiotas. Que os den”.
A Bertrand no le llamaban tonto o le pronosticaban que se quedará sin trabajo.
Como habrán visto ya en los vídeos que publicamos en Periodista Digital y pueden volver a comprobar en las imágenes que pasaremos al final de este sermón, la turba le tildaba enloquecida de asesino, arremetió fisicamente contra él y exigía desquiciada, sobre todo algunas mujeres, que lo mataran.
Siempre es igual.
Me acabo de enterar de que ya han puesto en libertad a los únicos cuatro detenidos por los disturbios de Valencia, en los que resultaron heridos 31 policías.
Lesionados -según titula el diario ‘ABC’- por la imposibilidad de utilizar pelotas de goma para frenar a la multitudinaria e histérica chusma que embistió contra ellos junto al Ayuntamiento.
Pues a esa hora, en Madrid, en la calle Marques de Urquijo, para que ni un alma se acercara a la puerta de la sede puticlub que el PSOE tiene en Ferraz, los forzudos agentes de la UIP emplearon esas pelotas ‘prohibidas’ y a quemarropa, contra los patriotas que enarbolaban banderas rojigualdas.
Clama al cielo que a los chavales que irrumpieron en 2013 en la Librería Blanquerna de Madrid, dieran un empellón a uno de los independentistas catalanes que celebraban allí la Diada y derribaran el micrófono y la estelada separatista, les sometieran a 7 años de calvario judicial, con penas de cárcel, y que a los zarrapastrosos enviados en tropel por Pablo Iglesias a reventar en 2021 un mitin de VOX en Vallecas, que lesionaron policías, hirieron a ciudadanos inocentes y destrozaron el mobiliario urbano, no les haya pasado nada. Como no les pasará nada a los sectarios, feroces, racistas y miserables que atacaron en masa a Ndongo y han dejado la puerta y la fachada del Ayuntamiento valenciano como un muladar.
¿Imaginan lo que le sucedería a uno de mis redactores si, cuando lo cita el magistrado, se le ocurre enviar una nota al tribunal diciendo que no le espere, porque tiene fiestas en su pueblo o celebra cumpleaños una prima?
Pues es lo que acaba de hacer Begoña Gómez, quien ha notificado al juez Peinado que no se presentará e