Las regiones de Chiriquí, Veraguas y comarca Ngäbe Buglé se mantienen bajo extrema vigilancia por suelos saturados lo que podría seguir ocasionando más deslizamientos de tierra, crecidas de ríos y quebradas. Además, el Centro Nacional de Huracanes advirtió sobre la posible generación de un nuevo disturbio tropical, cercano a las costas del caribe panameño.