El barrio Carlos Gardel, conocido por su alta tasa de criminalidad y estigmatización social, vuelve a ser noticia tras un incidente de robo a periodistas. A pesar de los esfuerzos de urbanización y la presencia constante de la gendarmería, la inseguridad persiste. Los residentes luchan contra el desempleo y la pobreza, mientras que las autoridades locales buscan soluciones para controlar el delito.