Alfonso Rojo: “Vamos por orden y lo urgente es que Sánchez pague por sus pecados y por sus delitos”

2024-11-11 1,594

No se si han visto un meme que circula como la pólvora por WhatsApp, en el que aparecen juntos el Rey y Sánchez.

La imagen corresponde a la breve rueda de prensa que ambos, junto a Letizia y Mazón, dieron en el Centro de Emergencias de la Generalitat Valenciana, justo después de los violentos incidentes de Paiporta.

En el ‘globo’ destinado a texto, Felipe VI le dice muy serio al marido de Begoña: “Pedro. No te has ensuciado mucho los zapatos. ¿Eh?”.

Y el amo del PSOE responde cariacontecido: “Pues no veas como tengo los calzoncillos”.

Sin necesidad de ahondar de nuevo en la sonrojante cobardía del todavía presidente del Gobierno, quien huyó del lugar de la tragedia corriendo como un conejo y se queja lloroso de unos estacazos que nunca recibió, creo esencial reiterar que Sánchez es el primer y máximo responsable de la desastrosa gestión de la catástrofe.

Desde antes de que nos cayera encima la DANA, por no adoptar medidas preventivas, y desde el pasado 29 de octubre de 2024, porque no sólo no ha sido capaz de auxiliar a los afectados, sino que intencionalmente, por mezquino cálculo político, ha retrasado de todas las formas imaginables la ayuda, prolongando el sufrimiento de los víctimas.

Nadie manipula como el PSOE.

No existe en España, gracias a una Prensa subvencionada, a una ciudadanía pastueña y a una recua de periodistas amarrados al pesebre, una máquina de adulterar la realidad más eficaz y potente, que este partido infame, que eligió como lema ‘100 años de honradez’ y ha robado desde el papel del BOE, al dinero de los huérfanos de la Guardia Civil, pasando por los fondos de los parados andaluces y las mascarillas de la pandemia.

Un partido que abraza a los proetarras de Bildu, herederos de los asesinos de sus compañeros, presenta como ‘progresistas’ a los xenófobos del golpista Puigdemont y reivindica como glorioso un pasado trufado de chekas, crímenes y latrocinios.

Lo de ahora, en Valencia es un capítulo más.

No se dejen atontar por el baile de horarios, citas, entrevistas, mensajes o emails.

Todo eso, si Mazón almorzaba o no con una periodista o si salieron a tiempo los avisos, es irrelevante.

El presidente del Gobierno, el del Falcon, el que duerme en La Moncloa, preside los Consejos de Ministros, temen el BOE a su disposición, puede declarar un Estado de Alarma, movilizar ipso facto al Ejército y mandar auxilios millonarios, es Sánchez, el mismo a cuya sombra se han forrado Aldama, Boldo, Barrabés y toda la patulea.

No voy a recordar aquí que han muerto también 7 personas en Castilla-La Mancha y alguna en Andalucia, y que no creo que esos cadáveres se puedan imputar al presidente de la Generalitat Valenciana, como intenta hacer la Brunete Pedrete y vociferaban este fin de semana los facinerosos.

Las dimisiones por su orden: primero Sánchez, después la ausente Ribera y más tarde Mazón.

Pero lo primero, lo urgente, lo inapelable, lo obligado, es que el marido de Begoña pague por sus pecados, por sus traiciones y por su