Los grupos de derecha recurren cada vez más a Telegram para organizar protestas armadas y cuestionar los resultados electorales, sobre todo en zonas de mayoría demócrata.
Conocido en un principio por su escasa moderación, Telegram se ha convertido en un canal para los extremistas que buscan perturbar los procesos democráticos.
Un reciente análisis del ‘New York Times’ descubrió más de un millón de mensajes de casi 50 canales de Telegram que pretendían desacreditar el sistema de votación y reunir a sus miembros para posibles enfrentamientos.
Canales vinculados a grupos como los ‘Proud Boys’ animan activamente a sus seguidores a participar en iniciativas de «integridad electoral», a menudo con imágenes y lenguaje violentos.
Los ‘Proud Boys’, un grupo vinculado al ataque del 6 de enero en el Capitolio, están reclutando abiertamente miembros para cuestionar y disputar los resultados electorales.
En estos canales han aparecido imágenes de hombres armados bajo lemas como «Los hombres libres no obedecen a los servidores públicos», lo que indica su voluntad de intensificar sus protestas.
En estados como Pensilvania, Michigan y Georgia, los mensajes de Telegram ordenan a sus seguidores que vigilen los colegios electorales y presenten denuncias si sospechan de fraude.
Otros canales también utilizan afirmaciones infundadas para alimentar el temor a un fraude dirigido por los demócratas.
Por ejemplo, un canal alegó, sin pruebas, que «millones de irregularidades» son un fraude, avivando aún más las sospechas y la ira entre sus bases.
Más allá de los llamamientos a «estar con la resistencia», los grupos de Telegram han instado a sus seguidores a estar preparados para la «desobediencia civil» y la acción violenta si Trump no gana.
Algunos posts promueven teorías conspirativas, como que el Departamento de Seguridad Nacional utilice los permisos de conducir de los inmigrantes para emitir votos ilegales.
Los mensajes incluyen incluso situaciones hipotéticas en las que los resultados electorales se anulan por la fuerza.
Aunque Telegram anunció recientemente nuevos esfuerzos de moderación de contenidos, los investigadores sostienen que estos esfuerzos pueden no ser suficientes.
Katherine Keneally, exanalista de inteligencia de la policía de Nueva York, declaró que esta retórica no debe descartarse como marginal y podría trasladarse a las calles.
Michael Loadenthal, investigador sobre violencia política, añade que los ‘Proud Boys’ se sienten envalentonados al percibir el apoyo de figuras como Donald Trump.
La presencia de observadores electorales armados y las protestas organizadas amenazan con agravar las tensiones y desestabilizar la confianza pública en el proceso electoral.
