En un impactante operativo, la policía y la fiscalía de Carlos Rolero Santurán allanaron un criadero clandestino donde encontraron a casi 60 caniches, muchos de ellos cachorros, viviendo en condiciones inhumanas. Los animales eran vendidos por sumas elevadas mientras sufrían en jaulas insalubres. La intervención fue posible gracias a denuncias anónimas de vecinos que escuchaban el sufrimiento de los perros.