El gobierno nacional consiguió, por un pelo, dictaminar la privatización de Aerolíneas Argentinas. Gracias a las firmas del PRO, La Libertad Avanza, la Coalición Cívica y el radicalismo, Javier Milei está un paso más cerca de vender la aerolínea de bandera. La llave para el dictamen privatizador, sin embargo, la terminó ofreciendo Encuentro Federal y el radicalismo díscolo: solo cuando confirmaron que presentarían su dictamen de minoría fue que el oficialismo logró juntar el quórum de firmas necesario para emitir dictamen. Solos, por más que tenían dictamen de mayoría, el oficialismo y el PRO no hubieran alcanzado a sumar la mitad más uno de firmas del plenario de comisiones y hubieran fracasado en su intento de dictaminar. Finalmente lo lograron, y todo delante de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas que habían asistitido a la reunión plenaria para exponer y pedir, sin éxito, que no "rifaran" la empresa.
Curiosamente, entre los especialistas invitados para exponer a favor de la privatización estaba Fernando Dozo, gerente de política aérea de Aerolíneas durante las gestiones de Iberia y Marsans. "La única alternativa que tiene Argentina con esta compañía es llamar a concurso internacional a ver quien se hace cargo de esto", cuestionó el abogado, quien criticó con dureza la estatización encabezada por Cristina Fernández de Kirchner. El encargado de responderle fue Eduardo Toniolli (UxP). "¿Les parecería razonable traer a la comisión de Legislación Penal al Petiso Orejudo? ¿Les parecería razonable traer a Alfredo Astiz a la comisión de Derechos Humanos? Es una vergüenza que el cómplice del saqueo de Aerolíneas venga a darnos cátedra de lo que tenemos que hacer", lo cruzó Toniolli, entre los gritos del resto de la bancada de UxP que le gritaban "caradura", "chorro" y "sinvergüenza" a Dozo.