El bombazo del día es que un exsocio de Aldama, el perejil de todas las corrupciones de la cuadrilla Sánchez, ratifica ante notario que entregó 90.000 euros en la sede-puticlub que el PSOE tiene en la madrileña calle Ferraz, pero nos puede la pasión.
O el morbo y eso lo aglutina hoy el atribulado Iñigo Errejón, fundador de Podemos y hasta ayer portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados.
A Errejón, el que cobraba un pastón de la Universidad de Málaga sin trabajar e instaba a pasar por la quilla a Rubiales, por el abominable delito de darle un beso a la casquivana Jennifer Hermoso, le han montado un ‘Me Too’ y lo han echado de la política.