En un día marcado por contrastes, el presidente Javier Milei celebró su cumpleaños en la Casa Rosada y la Quinta de Olivos, mientras afuera se desarrollaban protestas y clases públicas en Plaza de Mayo. La movilización, que coincidió con el segundo día de un paro universitario con más del 90% de adhesión, reunió a estudiantes y trabajadores de hospitales públicos reclamando por el financiamiento universitario. La escena reflejó una desconexión entre las celebraciones oficiales y las demandas sociales que se manifestaban a pocos metros.