Las acusaciones por corrupción, de ida y vuelta, siguen instaladas en el hemiciclo. El PP continúa agitando el árbol tras el reverdecimiento del caso Koldo con el brutal informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el exministro José Luis Ábalos. Uno tras otro, los diputados del Grupo Popular emplearon este miércoles la sesión de control en el Congreso, por segunda semana consecutiva, para echar a la cara del Gobierno los casos de presunta corrupción que le acechan. Para el Ejecutivo, el PP lo hace para ocultar que "la economía va como un tiro" y que no tiene "proyecto político". Para los conservadores, lo que hacen los socialistas es utilizar las instituciones para "tapar su corrupción".