Lucas Chiomenti, un misionero que vive en Miami, emprendió un viaje de 20 horas en auto junto a su amigo Pedro Subela para asistir al Gran Premio de Fórmula 1 en Austin. Este evento marcó un hito en su vida, ya que fue testigo del debut del joven piloto argentino Franco Colapinto en la competencia. Desde su llegada, Lucas sintió una gran emoción al observar el fervor de los fanáticos y la atmósfera vibrante que rodeaba la carrera. La experiencia superó todas sus expectativas. Lucas recordó su participación en el evento y la energía colectiva de los aficionados argentinos que lo rodeaban. La presencia de Colapinto en la parrilla de salida generó un ambiente de orgullo y unidad entre los seguidores. Uno de los momentos más destacados fue el encuentro cara a cara con Colapinto. A pesar de la multitud, Lucas logró acercarse al piloto y compartir su entusiasmo. La conexión que Colapinto estableció con sus fanáticos dejó una profunda impresión en Lucas. Esta vivencia no solo fortaleció su pasión por la Fórmula 1, sino que también reafirmó su orgullo por ver a un argentino destacándose en el automovilismo mundial.
TR