Tres años después del trágico asesinato de una bebé llamada Lola, la justicia argentina finalmente inicia la reconstrucción de la escena del crimen. Los padres, Carolina y José, enfrentan el doloroso proceso de revivir los eventos del fatídico día mientras esperan que se haga justicia. La lentitud del sistema judicial ha sido criticada, ya que el lugar ha cambiado significativamente durante este tiempo y los padres tuvieron que abandonar su hogar debido al constante recordatorio de su pérdida.