Una financiera en Paraná, liderada por los hermanos Gamarsi y Matías Santamaría, prometía un 50% de interés anual en dólares, aceptando incluso bienes como casas y autos. La operación ha colapsado, dejando a numerosos inversores sin retorno desde junio. Con figuras públicas involucradas, el caso resalta la importancia de desconfiar de promesas financieras irreales.