En el templado noroeste de los Estados Unidos, rodeado de bosques y de altas cumbres se extiende un territorio de mareas, de arroyos glaciares, marismas saladas y costas. Los animales que aquí sobreviven están curtidos contra los elementos, depredadores de media tonelada, fieros luchadores aéreos y pequeños pero poderosos cazadores. Son resolutivos oportunistas adaptados para soportar este desierto invernal que cuando llega la primavera se entregan a una actividad frenética para sacar provecho de una estrecha ventana en la que el alimento está disponible gracias a la migración del salmón pacífico.
