Las redes Wi-Fi públicas, aunque cómodas, plantean importantes riesgos de seguridad para los usuarios.
Estas redes carecen a menudo de las medidas de cifrado y seguridad adecuadas, lo que las convierte en objetivos privilegiados de los piratas informáticos.
Una amenaza común es el ataque del "gemelo malvado", en el que los hackers instalan un punto de acceso Wi-Fi falso que se parece al legítimo.
Una vez conectados, pueden robar datos sensibles como credenciales de acceso e información personal.
Del mismo modo, los atacantes pueden utilizar técnicas como el rastreo de paquetes para vigilar y capturar los datos transmitidos a través de redes no seguras.
Las Wi-Fi públicas no seguras también abren la puerta a ataques del “hombre-en-medio", en los que los hackers interceptan las comunicaciones entre los usuarios y los sitios web de confianza.
Esto puede dar lugar a robos de identidad, pérdidas financieras o incluso espionaje corporativo.
Para reducir estos riesgos, los usuarios deben conectarse siempre a través de una red privada virtual (VPN), que cifra los datos y oculta la actividad de navegación.
Si permaneces atento, vigilas a qué redes te conectas y tomas precauciones básicas de segurida, puedes reducir significativamente el riesgo de hackeo.
