El agua con gas goza de gran popularidad desde hace años y genera unos 328.000 millones de dólares al año, según Statista.
El agua con gas se considera una alternativa más saludable a los refrescos, y es promocionada por todo tipo de famosos.
El gas y la amplia variedad de sabores son su principal atractivo, ya que ofrece una sensación alternativa a beber agua sin gas.
Aunque es más sano que una lata de refresco, los expertos advierten de sus posibles consecuencias para la salud.
La doctora Lisa Young afirma que beber demasiado agua con gas puede provocar molestias gastrointestinales, hinchazón y empeoramiento del reflujo ácido.
Las latas también pueden contener entre 100 y 200 mg de sodio, cuyo exceso puede provocar hipertensión, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
Aunque los expertos en salud están de acuerdo en que es mejor beber agua con gas que refrescos, es importante ser consciente de sus efectos a largo plazo.
