Decidir cuándo dar un móvil a un hijo es un dilema habitual entre los padres. No hay una regla fija, pero hay que tener en cuenta factores como la madurez y la responsabilidad.
La mayoría de los niños empiezan a usar el móvil entre los 9 y los 11 años, y muchos padres así lo deciden para mantenerse en contacto y garantizar la seguridad.
Las investigaciones indican que ciertas etapas de la infancia y la adolescencia pueden hacer que los niños sean más susceptibles a las influencias negativas de las redes sociales.
Por eso es importante que los padres supervisen el uso de los dispositivos y mantengan un diálogo abierto sobre lo que sus hijos acceden en línea.
Se recomienda que los padres establezcan normas claras de uso y limiten el tiempo de pantalla, además de dar ejemplo con su propio comportamiento digital.
El equilibrio y el uso responsable de la tecnología es esencial para garantizar que los niños disfruten de sus ventajas sin perder de vista los retos que del mundo digital.