Seguro que no han reparado, porque ni siquiera la Armada española lo conmemora y la gente -como nuestros manuales de Historia- tiene memoria de pez, que este 7 de octubre de 2024 se cumplía el 453 aniversario de la aplastante victoria sobre los turcos en la Batalla de Lepanto.
España salvó a la Civilización Occidental greco-romana-judeo-cristiana derrotando al Islam, en un combate naval memorable.
Pues la fecha, en la que también se cumplía el aniversario de la masacre perpetrada por los terroristas de Hamas en la frontera entre Israel y Gaza, no fue un buen día para Sánchez y su mujer.
La Audiencia Provincial de Madrid respaldó la instrucción del juez Peinado, por segunda vez en poco más de cuatro meses.
Que se aparte del caso el rescate de Globalia, salvo que aparezcan nuevas pruebas, es irrelevante: lo sustantivo es que la esposa del amo del PSOE será investigada en un juzgado, por delitos que solo pueden ser cometidos en connivencia con el presidente del Gobierno.
Este lunes, también, la Complutense suspendió - de forma ‘sorpresiva y unilateral’, según ella- el máster que le retaba a Begoña, el de Dirección de Captación de Fondos.
Dicen los de la Universidad que por falta de alumnos pero en realidad por la vergüenza que les da su connivencia con los apaños de la paisana.
También en este día aciago para el ‘okupa’ de La Moncloa, el PP de Isabel Díaz Ayuso anunció que llamará a declarar a la mujer de Sánchez en la Asamblea de Madris, en la comisión de investigación sobre el nepotismo de la Universidad.
Para colmo, la Guardia Civil detuvo por fraude a la Hacienda Pública al empresario Víctor de Aldama, el gran conseguidor del ‘Caso Koldo-Ábalos’, quien tenía la costumbre de reunirse de vez en cuando con Begoña.
Se avecina un largo calvario judicial para la los Sánchez-Gómez y eso que el ‘capo’ de la familia lo ha intentado todo.
Ha usado a la ‘Brunete Pedrete’ periodística para esparcir basura, intentando desprestigiar al juez instructor y a ser posible apartarlo del caso.
Ha puesto a sus ministros a defender a coro a su mujer comisionista y al sumiso fiscal general del Estado a presionar.
Ha utilizado a la Abogacía del Estado como si fueran abogados de la familia…
Y nada le ha servido: hay caso.
Son legión quienes sostienen que Sánchez completará la legislatura, ocurra lo que ocurra en los juzgados y aun que no tenga presupuestos ni pueda sacar adelante ley alguna.
Quizá, pero a estas altura, es solo es el marido de Begoña, el hermano de David, el compinche de Koldo, el colega de los proetarras de Bildu y el facineroso que despacha emisarios a Suiza, a comprarle a un golpista fugado los votos que no le dieron los ciudadanos en las urnas.
Sánchez es un fraude, de la cabeza a los pies.