Los antidepresivos modernos se consideran más seguros y eficaces que hace 30 años.Â
Estos fármacos, que alteran los circuitos cerebrales responsables del control del estado de ánimo, se utilizan para tratar la depresión, los trastornos de ansiedad o el TOC. Â
En los últimos años, el uso de antidepresivos se ha disparado debido al aumento de los problemas de salud mental, especialmente entre los más jóvenes. Â
Aumentan la disponibilidad de serotonina en el cerebro, proporcionando alivio sin interferir con otros sistemas del cuerpo, lo que los hace más seguros.Â
Aunque tienen efectos secundarios, suelen ser previsibles y controlables con asesoramiento médico. Â
Mantener un seguimiento regular es clave, sobre todo al principio del tratamiento, cuando los efectos pueden tardar unas semanas en aparecer.Â
Los antidepresivos actuales ofrecen seguridad y eficacia, siendo una herramienta vital en la lucha contra la depresión y mejorando la calidad de vida de los pacientes.