Un hombre de 63 años, considerado uno de los pedófilos más peligrosos de Latinoamérica, fue detenido en el barrio chino de Córdoba, Argentina. Con una orden de captura emitida en Colombia por múltiples abusos a menores, el fugitivo había ingresado ilegalmente al país con documentación falsa tras evadir una alerta roja internacional. La captura fue posible gracias a la cooperación entre Interpol y la Policía Federal Argentina.